Crees que dios y el azar son uno la máscara del otro,
y enciendes tus velas,
y ruegas como un cándido niño o una anciana beata
para lo-que-vendrá,
ya sea un viejo de larga barba blanca, ya sea una niñita negra,
da igual...
Es la misma
rota,
y si bien vital,
esperanza humana...
y enciendes tus velas,
y ruegas como un cándido niño o una anciana beata
para lo-que-vendrá,
ya sea un viejo de larga barba blanca, ya sea una niñita negra,
da igual...
Es la misma
rota,
y si bien vital,
esperanza humana...
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